¿Cómo incentivar buenos hábitos de higiene bucal en los niños?

Muchos padres piensan que los dientes de leche de sus hijos, al no ser definitivos, no requieren el mismo cuidado que las piezas que serán permanentes. Sin embargo, los también denominados dientes primarios cumplen un rol fundamental en el desarrollo bucal de los niños, por lo que es necesario promover la formación de buenos hábitos de higiene bucal para controlar  enfermedades bucales tan comunes, como caries y gingivitis.

En ese sentido, el cepillado dental es el primer paso para conseguir dientes sanos hasta la adultez, ya que enseñando a nuestros hijos rutinas de limpieza desde pequeños les estamos entregando beneficios para toda la vida

Todos sabemos que no es tarea fácil que los niños aprendan una lección, pero si lo hacemos de manera lúdica y entretenida y con amor, podemos despertar interés en ellos. Valgan éstos consejos:

  • Elige un cepillo de colores llamativos y/o con figuras animadas. Procura que el cabezal sea pequeño, con cerdas suaves y de mango recto.
  • Haz del cepillado una rutina familiar: lava tus dientes junto con tu hijo para que éste observe tus movimientos; a muchos niños les gusta imitar a sus mayores como modelo.
  • Inventa un juego frente al espejo: Comienza haciendo muecas, abriendo la boca y sacando la legua, y de a poco introduce el cepillo para limpiar los dientes. También puedes hacer que primero el niño se cepille y luego supervisar de manera lúdica la efectividad de éste, por ejemplo, utilizando un muñeco que se cepille y así, sea más divertido.
  • Incentiva con un premio: No se trata de sobornar a tu hijo, si no de felicitarlo cada vez que se lava los dientes con un sticker o estrellita en alguna parte de la casa para que se motive y quiera seguir haciéndolo diariamente.
  • Escoge una canción: Cántela sólo al momento del cepillado para que tu hijo sepa que es la  hora de hacerlo. Si empieza a ponerse inquieto en el proceso de lavado, canta hasta que se tranquilice.

La boca cumple unas funciones básicas para nuestro desarrollo físico y psíquico. Los dientes no sólo nos ayudan a masticar los alimentos para obtener una buena digestión y actúan como barrera que nos protege; también participan de manera decisiva en el comportamiento gestual, en la expresión y exteriorización de nuestro mundo interior a través del lenguaje y la sonrisa.

La correcta higiene bucodental es la herramienta más eficaz en la lucha prevención de la caries dental y la enfermedad periodontal (inflamación de las encías), dos enfermedades bastante frecuentes en los niños y las niñas en edad escolar.

La importancia del cepillado

En la boca existen gran cantidad de bacterias. Si después de comer no hacemos una adecuada limpieza de los dientes, estas bacterias actúan sobre los alimentos que quedan en la boca. Ello da lugar a la formación de la placa bacteriana, que es el elemento inicial de la caries, una enfermedad infecciosa que provoca la destrucción progresiva e irreversible del diente.

El cepillado de los dientes, después de cada comida, es el método más seguro para prevenir la caries y mantener la salud de la boca. El cepillado no sólo sirve para arrastrar los restos de alimentos y para eliminar la placa bacteriana, sino que además asegura la salud de la encía porque estimula su circulación sanguínea.

El cepillado ha de realizarse a diario, después de cada comida, y sobre todo antes de irnos a dormir.

Hay que enseñar a los más pequeños cuál es la forma correcta de cepillarse. Los odontólogos recomiendan cepillarse en forma de «barrido» de los dientes; es importante terminar el cepillado en la boca pasando el cepillo por la lengua (en ella también hay microbios), y enjuagándonos la boca con abundante agua.

La utilización de cremas dentales fluoradas es el medio más eficaz para aumentar la resistencia del diente ante las posibles agresiones. Cuando los niños son muy pequeños, entre los 2 y los 4 años, no se deben usar pastas fluoradas; si se utilizan, deben ser de baja concentración para evitar que  el niño trague demasiado flúor.

En aquellas localidades donde las aguas de abastecimiento público no estén fluoradas, se recomienda la aplicación tópica de flúor o bien los enjuagues con soluciones fluoradas durante toda la edad escolar.

La alimentación y la salud bucodental

Los hábitos de alimentación también pueden ayudar a la prevención de las caries. Si los  niños y  niñas consumen menos azúcares (fundamentalmente caramelos, chuches, dulces u otros alimentos que contengan sacarosa), las bacterias que hay en la boca tendrán menos azúcar para fabricar los ácidos que destruyen el diente. Y con ese simple cambio se puede disminuir la frecuencia de caries.

Una dieta equilibrada combinando leche, huevos, verduras, frutas, pescados y legumbres, fomentará un adecuado estado de salud general y asegurará el buen desarrollo de los dientes.

Para tener en cuenta

Visita periódicamente al odontólogo, al menos una vez al año. La visita periódica al odontólogo nos ayuda a prevenir cualquier daño o infección y nos permitirá gozar de una buena salud buco-dental. No debemos esperar a que surjan problemas para acudir a un especialista.

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